Aparato crítico: Eduardo Wilde (1844-1913) fue un médico, político y escritor argentino que nació en Tupiza, Bolivia, debido al exilio de sus padres durante la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Su padre, de origen inglés, había alcanzado el grado de coronel en el ejército argentino, mientras que su madre era tucumana. Estudió medicina y se graduó en 1870, presentando una tesis titulada El hipo. Aunque su formación y carrera se orientaron principalmente a la medicina y la política, desarrolló una destacada producción literaria. En la esfera pública, ocupó cargos de gran relevancia: fue ministro de Instrucción Pública bajo la presidencia de Julio A. Roca en su primer mandato, ministro del Interior con Miguel A. Juárez Celman, y en la segunda presidencia de Roca representó a la Argentina en diversas naciones europeas.
En el plano literario, Wilde se caracterizó por un humor fino y un talento natural para la escritura, aunque su estilo mostraba cierta despreocupación formal. Su narrativa, marcada por un realismo intensamente dramático, anticipa rasgos del modernismo. Entre sus obras más relevantes se encuentra la autobiográfica Aguas abajo, considerada su trabajo principal. Su producción, dispersa y sin plan definido, se reunió en volúmenes como Prometeo y Cía., Tiempo perdido, y en los libros de viajes Por mares y por tierras y Viajes y observaciones. Dentro de Prometeo y Cía. se encuentra uno de sus cuentos más célebres, Tini.
Wilde formó parte de la llamada Generación del 80, junto a figuras como Lucio Vicente López, Miguel Cané y Lucio V. Mansilla. Su sentido del humor evocaba el estilo de Charles Dickens, mientras que su mirada pesimista se emparentaba con la de Mariano José de Larra. Su carácter, influido por su ascendencia anglosajona, resultaba peculiar para la sociedad argentina de su tiempo. Durante la epidemia de fiebre amarilla, se destacó por su valentía en la lucha contra la enfermedad, aunque su heroísmo permaneció oculto tras una actitud de sobria impavidez, lo que dificultó que sus contemporáneos reconocieran de inmediato la magnitud de su aporte.
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