Tesis sobre la soledad
en La Metamorfosis: La soledad “acompañada”
Agustina Carrazzoni
La soledad es la carencia de compañía, que puede ser voluntaria o
involuntaria. Pero podemos encontrar soledad en alguien que está rodeado de personas. Este sentimiento de soledad es triste para quienes
lo sufren ya que produce angustia y depresión. ¿Qué le pasa a este mundo en estos
tiempos en que podemos sentirnos tan solos estando rodeados de personas? Parece ser que las redes sociales y la
tecnología nos alejan en vez de acercarnos.
La soledad estando acompañado pareciera ser un contrasentido, que se puede dar por varias razones, como sentir que no se encaja en un ambiente de trabajo o escolar, sentirse ajeno a la familia, sentir que no se es valorado, sentirse acompañado físicamente pero no emocionalmente. La persona que la padece vive con una sensación de vacío.
La soledad no es un estado físico, sino que es un estado mental. No se trata de tener a alguien cerca, es una sensación que se parece a la ansiedad o al miedo, no podemos manejarla ni ocultarla. En esta soledad “acompañada”, la persona se siente incomprendida, insegura, triste... No comparte sentimientos u opiniones. La inseguridad y el sentimiento de tristeza la encierran en sí misma, y la alejan más aún de los demás.
Además de las consecuencias en lo psicológico, la soledad también se vincula
a un debilitamiento del sistema inmunológico, es decir, que padecerla hace que
se debiliten las defensas. Hay estudios científicos los cuales demuestran que las
personas solas producen proteínas vinculadas a la aparición de enfermedades
como la diabetes, la artritis y el Alzheimer. Investigaciones realizadas en
diferentes países y que han incluido a cientos de personas han demostrado que
no contar con apoyo social aumenta la mortalidad ante diferentes enfermedades.
De la misma manera, quienes cuentan con personas que las apoyen, se recuperan
más rápidamente de las intervenciones quirúrgicas y de determinadas patologías.
Sentirse solo temporalmente es normal. A lo largo de nuestra vida
diferentes acontecimientos y situaciones pueden hacer que esto ocurra. Algunos
ejemplos pueden ser: un cambio de vida por traslado a otra ciudad, un
cambio de trabajo, una ruptura de pareja, la pérdida de un ser querido. El
problema viene cuando ese sentimiento se prolonga en el tiempo y nos llena de
angustia y depresión.
Encontramos en la literatura algunos ejemplos de esta soledad en compañía.
En La Metamorfosis, de Franz Kafka, el protagonista Gregorio Samsa vive
su vida sólo para trabajar. No se preocupa por sí mismo, sino por los demás. Y
su familia se abusa de esto. Gregorio vive rodeado de gente, pero, sin embargo,
se encuentra completamente solo. Vive con sus padres y su hermana, pero no
tiene amigos, ni relaciones, tampoco buenos compañeros de trabajo. Se da cuenta
de esta soledad cuando sufre su transformación en un insecto, al sufrir el
rechazo de sus familiares. Entonces decide aislarse y piensa en su muerte como
la única solución.
El protagonista de esta novela está abandonado
en su cuarto en el que no recibe visitas, no tiene con quien hablar. Incluso,
antes de la trasformación no tiene amistades, solo conocidos. Gregorio sufre la
soledad cuando se transforma, aunque antes ya estaba solo. La familia no
se comunica con él transformado en insecto, pero antes tampoco lo hacía. Solo
lo usaban como fuente de ingresos.
La Metamorfosis de Kafka es una obra que trata temas profundos
y complejos como la soledad y la angustia. La transformación del protagonista
lo lleva a una situación de desesperanza
y muerte. La obra también nos muestra la importancia de las relaciones humanas.
Todos necesitamos de los demás.
Franz Kafka profundiza en este clásico universal, en una problemática
propia del mundo contemporáneo, en donde la soledad y la incomunicación se
expanden como una epidemia.
No siempre es malo sentirse solo. Hay casos donde cada uno puede encontrarse a sí mismo en su propia soledad. Donde se busca un espacio para la reflexión y para conocerse.
Lo que determina la
soledad es la calidad de nuestras relaciones personales, y no la cantidad. Si
no confiamos en nuestros familiares o amigos cercanos, la soledad, la tristeza
o algún otro trastorno peor podrían afectar nuestra salud emocional. Lo mejor
en caso de sentirse “solo” aún estando acompañado, es pedir ayuda a
profesionales como psicólogos o psiquiatras. Ellos pueden brindar las
herramientas para superar este cuadro y salir adelante.
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