Análisis del título según su significado denotativo y connotativo: ¿Cuál es el otro cielo para el protagonista?
El título del cuento “El otro cielo” de Julio Cortázar puede interpretarse
en dos niveles: uno literal (denotativo) y otro simbólico o profundo
(connotativo).
Desde su significado denotativo, la expresión “el otro cielo” hace
referencia a un segundo cielo, distinto al primero. Literalmente, el “cielo” es
el espacio elevado, algo idealizado o perfecto. Por lo tanto, “el otro cielo”
sugiere la existencia de un lugar diferente, quizás más deseado, donde algo
distinto puede suceder.
Sin embargo, la riqueza del título aparece en su significado connotativo,
es decir, en el sentido simbólico que adquiere dentro del cuento. El “otro
cielo” para el protagonista representa un mundo paralelo e imaginario que él
mismo construye como una forma de escape frente a la rutina y el vacío de su
vida cotidiana en Buenos Aires. Aunque trabaja en una oficina y lleva una
existencia ordenada y convencional, su mente viaja constantemente al París del
siglo XIX, uno oscuro y marginal, poblado por pasajes cubiertos, prostitutas y
asesinos.
Ese “otro cielo” es un espacio cargado de misterio, de deseo. Allí, en los
pasajes parisinos, el protagonista se siente vivo, conectado con una parte de
sí mismo que no puede expresar en su vida cotidiana. Es, por lo tanto, un
espacio simbólico donde se manifiesta su deseo de libertad, su fascinación por
lo prohibido y su necesidad de vivir algo más intenso, más peligroso.
Entonces, podemos decir que, para el protagonista, el “otro cielo” es ese
mundo imaginario donde puede ser otro, donde no está atado a la rutina de su
vida real. Es un cielo alternativo, oscuro y fascinante, que le permite
sostener una doble existencia: una en Buenos Aires, visible y cotidiana, y otra
en París, secreta. El título, de este modo, sugiere esta dualidad interna del personaje
y su búsqueda de sentido en lo que está fuera del alcance de lo cotidiano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario